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Si es tu primer hijo el que se encuentra en camino, o el recién nacido que se acaba de instalar en tu casa, seguramente te habrás aprovisionado de montones de artículos que estas convencido de que necesitas para cambiar un pañal. No pasa nada, todos los padres tardan un tiempo en experimentar en primera persona lo que de verdad les es útil con su bebé, lo que no, la cosmética que les parece imprescindible, o la puericultura que les ha costado demasiado para el uso final que le acabarán dando. En ocasiones, por problemas de espacio o de presupuesto, hay familias que eligen mucho mejor los productos imprescindibles para su bebé. Pero cuando la ilusión, la tradición y las modas se despliegan ante nuestros ojos, podemos hacer acopio de un exceso de materiales que podemos desaprovechar.

Lo que necesitas para cambiar un pañal es…

¡Un pañal y un bebé! Estos son los mínimos imprescindibles y a partir de este punto, todo lo demás es accesorio y dependerá de los propios gustos de los padres. Por ejemplo, hay familias que prefieren usar un barreño, una esponja, agua tibia y jabón neutro para higienizar correctamente al bebé antes de colocarle su nuevo pañal. Es una opción muy respetuosa y adecuada, aunque más engorrosa que el uso de toallitas para bebés. Incluso estas familias que optan por realizar la higiene del bebé con este método, suele recurrir a toallitas fuera de casa, porque no es factible cargar con agua, esponjas y barreños fuera del hogar. Si este es tu caso, y te preocupa de verdad que tu hijo nunca esté en contacto con productos químicos tóxicos, las toallitas ecológicas de Pingo pueden ayudarte justo cuando lo necesites.

¿Cambiador sí o no?

El carrito de bebé, la cuna, la bañera y el cambiador suelen ser los 4 grandes elementos de puericultura que todas las familias tienen en mente a la hora de empezar a realizar compras para un bebé. El cambiador es el que más dudas suele despertar, porque si bien hay modelos que vienen integrados con la bañera y con una cómoda para guardar ropa u objetos del ni´ño, por cuestiones de espacio es un mueble grande del que a veces hay que prescindir. En realidad, tu bebé puede estar igual de cómodo si lo cambias sobre una cama, una mesa con un pequeño colchón, el sofá… Pero de cara a los adultos, el cambiador te permite realizar esta tarea a una altura adecuada, sin forzar la espalda y asegurándote de tener siempre a mano todo lo que necesitas, además de tener acotado el espacio que se puede manchar con heces u orina del bebé. No es un elemento imprescindible y no lo necesitas para cambiar un pañal pero es un pequeño lujo que a la larga podrás convertir en estantería, cajonera, etc.

Cremas protectoras ¿las necesitas para cambiar un pañal?

En Pingo sabemos que no. Las irritaciones y dermatitis del pañal se producen por una mala absorción, un pañal que no transpira adecuadamente y por el contacto de las pieles más sensibles con productos químicos tóxicos y agresivos para un bebé. El cloro utilizado para blanquear la celulosa de los pañales, algunos tintes, los perfumes, los plásticos para evitar escapes y decenas de sustancias más, son las responsables del malestar en los bebés. De hecho, uno de los motivos por los que algunas familias acaban incorporando los pañales y toallitas Pingo a sus vidas es el no encontrar remedio para las irritaciones de sus hijos en esa zona. Al cambiar de marca comprueban que pueden prescindir de cremas protectoras y de pomadas reparadoras, puesto que sus hijos no vuelven a irritarse jamás. Simplemente con un pañal y una toallita tienen todo lo que necesitan para conseguir una higiene y desinfección perfectas, lo que supone un ahorro en cosmética para las familias. Los productos Pingo también son aptos para niños con Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple.

Aunque ahora te parezca mentira, todo lo demás es accesorio. En el mercado encontrarás múltiples inventos, desde artefactos que calientan las toallitas para que no estén frías al contacto con la piel del bebé, hasta contenedores especiales para desechar los pañales de tu hijo sin que el aroma invada toda la casa. Sin embargo, sí es de vital importancia que tengas siempre a mano todo lo que hayas decidido utilizar a la hora de realizar el cambio, y jamás dejar al bebé sin supervisión durante la ejecución de esta tarea. También es obligatorio mantener una higiene de manos adecuada, lavándotelas antes y después de cambiar el pañal.

¿Qué tipo de padres sois vosotros? ¿De los que habéis salido adelante con lo imprescindible? ¿O de quienes habéis invertido en múltiples productos para mejorar la comodidad de esta actividad que hay que realizar muchísimas veces al día durante los primeros meses de un bebé?