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En Navidad se produce un aumento desmedido del consumo, algo que tiene consecuencias directas en el medio ambiente debido a tres factores: mayor consumo de energía, mayor generación de residuos y mayor desperdicio de alimentos. Sin embargo, como consumidores está en nuestra mano cambiar las cosas y conseguir unas navidades más sostenibles a través de nuestros actos. ¿Y qué mejor manera de hacerlo que en familia?

Conseguir unas fiestas navideñas más sostenibles es posible gracias a pequeños gestos por nuestra parte; gestos que, por pequeños que parezcan, se traducen en grandes beneficios para el medio ambiente. Además, si lo hacemos en familia conseguiremos transmitir a los más pequeños la importancia que tiene un consumo más responsable y menos materialista.

“Educar con el ejemplo no debería ser una forma de educar. Debería ser la única”. Albert Einstein

Y es que, el mayor aprendizaje que adquieren los niños es a través de la observación; lo que el psicólogo canadiense Albert Bandura llama «aprendizaje vicario». En este sentido, la familia es el primer contexto de socialización de los niños, y su mayor referente, por lo que educar con el ejemplo será fundamental para lograr que nuestros hijos tomen conciencia de la necesidad de cuidar el medio ambiente. O, lo que es lo mismo, si nosotros mismos no actuamos en consecuencia, ¿cómo vamos a pedirle a ellos que lo hagan? Vivir mejor reduciendo el consumo es posible. Así que recopilamos algunas ideas para conseguir una Navidad más ecológica junto a los niños y entre todos construir un mundo más sostenible. ¡Allá van!

Decoración respetuosa

La iluminación navideña supone un aumento del consumo de energía por lo que es un buen momento para reducir, e incluso eliminar, el uso de luces decorativas en nuestra decoración navideña. Podemos optar por otro tipo de adornos como, por ejemplo, aquellos elaborados con materiales reciclados fruto de manualidades que realicemos con los niños en casa. En el caso del árbol, debemos saber que si es artificial normalmente están elaborados con materiales no reciclables. Sin embargo, eligiendo uno de gran calidad conseguiremos que dure en el tiempo, asegurándonos así de disponer de un árbol para muchas navidades.

Regalos con cabeza

Los Reyes Magos y Papá Noel ponen el punto consumista de la Navidad, sin embargo, no se trata de acabar con esta tradición sino de plantearse un menor número de regalos así como, en la medida de lo posible, optar por regalos con conciencia ecológica y/o de utilidad. Los juguetes ecológicos son una buena opción porque suelen tener mayores valores educativos, funcionan sin pilas y normalmente cuentan con un embalaje mucho más respetuodo con el medio ambiente. Sin olvidar que el mejor regalo es siempre el tiempo compartido, el que se hace a mano o el que procede de cooperativas o mercados de segunda mano.

Menos residuos

Las compras navideñas mejor si las hacemos con nuestras propias bolsas, evitando en consumo de bolsas de plástico. En cuanto al envoltorio de los regalos hay muchas formas de darle después una segunda vida a través de actividades y manualidades con los más pequeños. Todo lo que podamos reutilizar, mejor que mejor, y nuestros hijos aprenderán a darle un mayor valor a las cosas.

Evitar el despilfarro de comida

Este es el principal reto de las celebraciones navideñas. Para poner fin al despilfarro de alimentos nada mejor que establecer un menú festivo con conciencia, teniendo en cuenta realmente cuáles son las necesidades de cada persona y sus gustos. En el caso de que sobre comida, siempre optar por congelar para poder consumir en otro momento pero nunca desperdiciar alimentos tirándolos a la basura. De esta forma fomentamos en los niños el consumo responsable.

Más vegetales, menos animales

Aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal (frutas, verduras, hortalizas, legumbres…) repercute directamente tanto en el medio ambiente como en nuestra salud. Por supuesto, mejor si son productos de temporada y locales. Los más pequeños de la casa pueden participar en la elaboración de las comidas o las cenas, implicándoles en la vida familiar y demostrándoles que ellos también son importantes a la vez que conocen lo que comen.

Empaquetados sostenibles

Los alimentos que compremos, tanto durante las fiestas como antes y después, mejor si no utilizan empaquetados innecesarios o elaborados con materiales no reciclables. Cuando esto es irremediable es buena idea ingeniar un segundo uso de esos empaquetados junto a los niños.

El reciclaje continúa en Navidad

Durante las fiestas el reciclaje continúa. No deberíamos relajarnos en este sentido ya que este momento es tan importante como el resto del año.

Elegir bien el medio de transporte

Reducir al máximo la utilización del coche y usar el transporte público debe ser nuestro objetivo todo el año pero especialmente en Navidad, unas fechas en las que se produce un aumento considerable de los desplazamientos tanto a nivel local como nacional.

Bonus extra: Pañales y toallitas con sentido

Hablando de ideas para conseguir una Navidad más ecológica no podemos dejar a un lado nuestros pañales y toallitas. Nuestros productos son ecológicos y libres de tóxicos. Son nuestro compromiso con los más pequeños.

¿Y a vosotros? ¿Se os ocurren más ideas para una Navidad más ecológica y sostenible?