fbpx

Hace no tantos años, la necesidad de una mayor preocupación por el medio ambiente aún era algo más “aislado”. Más allá de los primeros signos del deterioro de la capa de ozono y de las campañas contra la caza furtiva de focas, ballenas o elefantes, poco ruido se hacía desde los medios de comunicación.

Hoy en día tenemos más información, también más conciencia. Pese a ello, las previsiones no son nada optimistas: según la Organización Mundial de Naciones Unidas si mantenemos el ritmo y las formas de consumo actual, en 2050 necesitaremos tres planetas como el nuestro para poder satisfacer dicho consumo. Brutal. Y esto teniendo en cuenta, además, el desequilibrio social que el consumo irresponsable produce: explotación laboral, desigualdad, hambre, pobreza.

Por todo ello es tan importante que actuemos cuanto antes y que lo hagamos desde nuestras posibilidades; a través de pequeños gestos que no por pequeños son menos importantes. Cada paso individual es un avance enorme global. Os damos algunas ideas para un consumo más sostenible en casa:

1. Consumir alimentos de temporada y locales. Nuestra alimentación será mucho mejor si la basamos en alimentos frescos, mejor si son de temporada, locales y con mínimo embalaje. Así, además, contribuimos a tejer una economía local verdaderamente sostenible.

2. Optar por la fabricación responsable socialmente. Apostar por empresas que fabrican sus productos cuidando y respetando las condiciones laborales de sus empleados.

3. Planificar nuestros menús semanales para no desperdiciar alimentos. Puede ser una idea fantástica para ahorrar dinero, para comer mejor y, sobre todo, para no desperdiciar alimentos. ¿Sabías que cada año se desperdician en España más de 7 millones de toneladas de alimentos? Ponle fin a esta situación con planificación.

«Si mantenemos el ritmo y las formas de consumo actual en 2050 necesitaremos tres planetas como el nuestro para poder satisfacer dicho consumo»

4. Visitar mercadillos de segunda mano y trueque. Comprar objetos de segunda mano e intercambiar productos con otras personas es una idea fantástica no solo para fomentar un consumo más responsable sino para ahorrarnos mucho dinero. Perfecto si vamos con los peques de forma que les transmitamos otra forma de consumir.

5. Comprar solo lo que necesitemos y no por el mero hecho de tener. Este es el punto más importante. De nada sirve todo lo anterior si antes no nos concienciamos de lo importante que es que compremos solo aquellas cosas que verdaderamente necesitamos, huyendo del “tener por tener”, de la compra compulsiva o del “más vale que sobre que no que falte”.

¿Se os ocurren más ideas para un consumo más sostenible desde casa?