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La piel de los bebés comienza a formarse durante el primer trimestre de gestación y se estima que en la semana 34 de embarazo ya está casi completamente formada. Casi, porque la piel de un bebé recién nacido sigue en formación y, por tanto, presenta diferencias sustanciales respecto a la de un adulto. De ahí esa sensación de suavidad (“tener la piel como un bebé”), fragilidad y delicadeza que transmite a la vista y al tacto. Pero, ¿por qué es tan delicada la piel de un bebé? Según los dermatólogos expertos en la materia existen cuatro causas principales:

Por un lado estaría el estrato córneo, lo que viene a ser la parte externa y visible de la piel, que en los primeros meses/años de vida de un bebé es aún muy fino (un 50% más fino que la de una adulto) y por tanto más permeable a irritaciones e infecciones.

Por otro estaría la producción de melanina, fundamental para la absorción de los rayos UV. Al no tener desarrollada aún la producción de melanocitos, la piel de los bebés es más clara y, por tanto, tiene una menor protección contra el sol.

En tercer lugar encontraríamos la unión entre la dermis y la epidermis, que a estas edades tempranas aún no está afianzada, lo que deriva en una mayor fragilidad de la piel del bebé.

Por último, estaría el todavía incompleto desarrollo del sistema termorregulador de la piel. Por un lado esto incrementa el riesgo de insolaciones. Y, por otro, significa que las glándulas sudoríparas no tienen aún un rendimiento máximo, algo que se manifiesta en las erupciones cutáneas que se producen en la piel del bebé cuando éste suda demasiado.

Consejos para cuidar la delicada piel de los bebés

-Los expertos recomiendan tocar a los bebés con las manos limpias y siempre y cuando no tengamos infecciones contagiosas como herpes.

-No es necesario bañar a los recién nacidos todos los días y, cuando se haga, se recomienda que el tiempo del baño no sea excesivamente largo y que se utilicen jabones neutros, suaves, lo más naturales posibles y sin perfumes.

-La misma recomendación vale para cremas, pañales y toallitas. La recomendación es exponer al bebé al menor número de perfumes, tóxicos e irritantes posibles. Por eso nuestros pañales y toallitas Pingo, sin tóxicos, sin químicos nocivos y sin perfumes, cuidan tan bien la piel de los bebés.

Ojo también a los pañales: los hay muy gruesos y con poca capacidad de absorción, lo que unido al uso de plásticos y químicos nocivos en su composición generan un ambiente de calor y humedad en la zona que puede derivar en irritaciones e infecciones. En eso los Pañales Pingo también juegan con ventaja, ya que tienen una capacidad de absorción total un 25% superior a la del mejor pañal de la competencia, así como una capacidad de aislamiento de la humedad un 40% mayor.

-Por último, para proteger la piel de los bebés de los efectos nocivos del sol la mejor recomendación es no exponerla. Las academias y asociaciones de pediatras recomiendan no poner crema solar a los bebés antes de los seis meses de vida (por la sensibilidad de la piel a los productos químicos que hay en su composición), así que ante todo lo más aconsejable es evitar el sol de forma directa.