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¡Carnaval! A la vuelta de la esquina. Desde luego, la decisión acerca de si disfrazar o no a un recién nacido o a un bebé de pocos meses va a depender en exclusiva de sus padres: habrá quien haya sido carnavalero desde siempre y esté deseando unir al nuevo miembro de la familia en esta tradición. Otros, habrán sentido vergüenza ajena en época de carnaval, pero al convertirse en padres ¡la vida da un giro de 180 grados! Y de repente, se les cae la baba imaginando a sus hijos reconvertidos en animalitos amorosos, en personajes de dibujos animados o en cualquier cosa. Hoy os queremos facilitar algunos trucos a la hora de elegir disfraces para bebés con pañal. En realidad, cualquier atuendo les sentará tremendamente bien y hará las delicias de la familia, y del resto de personas que se topen con ellos, pero nunca vienen mal algunos consejos para que las fiestas transcurran de la forma más práctica posible.

Evitar disfrazar a niños demasiado pequeños

Los recién nacidos de menos de 6 meses no van a disfrutar del disfraz y lo peor es que además pueden estar realmente incómodos. En esas primeras semanas de vida, nos esforzamos por elegir las mejores prendas de vestir para ellos: algodón orgánico, tintes naturales, ropa suave y fácil de lavar, igual que elegimos pañales respetuosos con su piel, sin tóxicos. Queremos lo mejor para nuestros bebés pero ¿qué pasa con los disfraces? Pues que la mayoría suelen estar fabricados en telas de bajísima calidad, que no transpiran, que producen calor, sudor, incluso picores y reacciones alérgicas. Habitualmente, los más pequeños de la casa suelen ir completamente vestidos y lucir el disfraz encima de todas sus capas de ropa, pero aún así, el roce en el cuello, alrededor de la cara (muchos cuentan con capuchas decoradas) o en las muñecas puede ser un suplicio para los más pequeños.

A no ser que las abuelas se hayan puesto manos a la obra para confeccionarles el disfraz hecho a mano más primoroso y con los tejidos más selectos, mejor dejémosles descansar hasta el año siguiente. Una buena opción puede ser decorar el carrito de bebé o la mochila de porteo, así estará mimetizado con la fiesta pero sin sufrir las inconveniencias.

Hasta los 3 años…

Puede que algunos niños aún no sean conscientes de si quieren participar en el carnaval o no, mientras otros ya habrán desatado su pasión por los trajes especiales de esta época. En cualquier caso, hasta los 3 años muchos de ellos seguirán llevando pañal, así es que no está de más vigilar algunos aspectos del disfraz. Si queremos que no haga demasiado bulto y que el atuendo parezca realista y no deformado, elegir un pañal fino pero muy absorbente es la clave. En Pingo este punto lo tenemos absolutamente superado, porque en laboratorio nuestros pañales han demostrado ser hasta un 25% más absorbentes que la siguiente marca del mercado así es que ¡asunto solucionado! Además, ojo con los disfraces de cuerpo entero, porque en España, en febrero ¡suele hacer frío! Excepto para los afortunados habitantes de Canarias, los demás tendremos que luchar contra un cambio de pañal desnudando al niño por completo, probablemente en la calle, en el baño de una cafetería, con lo cual es más práctico que el disfraz sea de 2 piezas o fácilmente accesible por la parte de abajo.

¿De usar y tirar? ¡Mejor reciclar!

Los niños crecen tan deprisa que es difícil que puedan repetir disfraz de un año para otro. Incluso si optamos por comprárselos algunas tallas más grandes, lo más probable es que en el futuro cambien de preferencias o que crezcan tanto que les quede igualmente pequeño. En definitiva, el carnaval, Halloween y las fiestas de disfraces son un nicho de ropa poco reutilizable. Por suerte, hoy en día hay opciones más sostenibles para darle una larga vida a los elementos de los disfraces de los niños. Por ejemplo, si lo que buscamos son disfraces para bebés con pañal, hay marcas de ropa que tienen diseños de pijamas en algodón orgánico con formas de animales, de monstruos. Sí, son pijamas para dormir, para estar en casa, pero si lo estrenamos en carnavales pasarán por un disfraz nuevo, con la ventaja de poder seguir usándolo el resto de la temporada por la calidad de su tejido. Cuando los niños van creciendo, es más sencillo reutilizar ropa vieja para crear disfraces. Familias de piratas con leggings oscuros y blusas anchas; familias terroríficas de vampiros o zombies con trapos viejos negros que podemos decorar con pintura; mallas, leotardos junto con pantalones y camisetas de colores básicos que pueden ser la base sobre la que construir nuestros propios disfraces DIY con materiales como el cartón, la goma eva o cualquier otro artículo de manualidades.

¿Estáis ya preparados para lanzaros a las calles en carnaval?