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Marzo y abril son los meses en los que tradicionalmente se concentran las jornadas de puertas abiertas en los colegios y escuelas infantiles. Si escolarizamos a los niños de forma temprana en una guardería, los requisitos no serán los mismos que para las familias que buscan el colegio definitivo. En las escuelas infantiles, más allá de pedir que cada familia aporte sus pañales y toallitas, elementos de higiene personal y una muda de ropa limpia, pocas diferencias suele haber en este aspecto. Lo que sí es cierto es que los niños que cumplen 2 años estando escolarizados suelen pasar por la operación pañal en el momento en que la escuela lo considera oportuno, no las familias. Esto trae aparejado una situación que en ocasiones puede no ser respetuosa para todos los niños, ya que cada uno vive este paso de una forma diferente. Dejar el pañal depende del proceso madurativo del niño, aunque a veces el avance esté dirigido desde la escuela infantil a causa de motivos poco respetuosos como el mes de nacimiento, el orden alfabético de la clase o el temido inicio del colegio a los 3 años. Hoy os dejamos algunas pautas a tener en cuenta a la hora de aseguraros la elección de colegios respetuosos con la operación pañal de los peques de la casa.

En la escuela infantil ¿atienden al desarrollo del niño?

No es lo mismo quitar el pañal a un niño de 2 años, de 3 o de 4. Aunque a partir de los 18 meses hay niños (los menos) que pueden haber aprendido a controlar los esfínteres, lo habitual es que este tema esté maduro en torno a los 3 años. Aún así, nuestra sociedad no entiende estos ritmos y los niños suelen ser empujados a abandonar el pañal en algún momento entre los 2 y los 3 años, pero sobre todo, antes de que empiecen a ir al colegio. Esta situación es especialmente difícil con los niños que han nacido a finales de año, que llevarán casi 12 meses de retraso madurativo respecto a sus compañeros, y a quienes se les exige que se unan al ritmo de los demás. Por eso, cada vez hay más escuelas infantiles, implicadas con la crianza respetuosa, que piden a las familias su opinión antes de intentar guiar al niño por la senda del abandono del pañal. También lo hacen paulatinamente, basándose en las habilidades que las educadoras perciben en cada niño de forma individual. Si tenéis la oportunidad de intervenir en estos asuntos, no dudéis en hacerlo y no presionéis a los niños de forma prematura.

Colegios respetuosos con la operación pañal

Los hay de dos tipos: aquellos a los que los niños de 3 años pueden ir con el inicio de la operación pañal ya en marcha, pero no finalizada con éxito, o con alumnos que aún necesitan el pañal, porque simplemente en casa no se ha dado el paso para eliminarlo, o porque madurativamente el niño no está aún preparado. Para atender las necesidades particulares de cada niño, los colegios respetuosos con la operación pañal suelen tener dos alternativas. Unos cuentan con monitores especialmente contratados para ocuparse de guiar a los niños durante esta etapa, de enseñarlos a ir al baño, a anunciar con antelación sus necesidades y a cambiarlos en caso de escapes. Otros centros optan simplemente por pedir a los padres una muda de ropa limpia completa (incluyendo ropa interior, calcetines y zapatos) y son los propios maestros quienes se encargan de cambiar a los niños que sufren escapes durante el proceso de aprendizaje. Sin dramas, sin hacer sentir mal al alumno y sin poner el peso exclusivamente sobre los hombros de los padres. Son colegios que entienden que no todos los niños evolucionan a la vez y no quieren forzarlos a hacerlo.

Colegios que exigen la completa autonomía de los niños

Puede parecer que son casos aislados en pleno siglo XXI, pero sigue habiendo escuelas en las que se pretende luchar contra la naturaleza de los niños pequeños. No es extraño que en las jornadas de puertas abiertas se informe a las familias de que los niños deben controlar los esfínteres antes del mes de septiembre, porque en ciertos centros no se atiende a sus necesidades. Esto quiere decir que no hay personal de apoyo para los pequeños y que los maestros tampoco se responsabilizan del cambio de ropa limpia. ¿Qué ocurre entonces cuando un niño se orina encima? Pues el protocolo pasa por localizar a los padres, o a algún familiar que pueda desplazarse hasta el centro escolar, para cambiar de ropa al niño. Una logística muy complicada para las familias y una situación incomodísima para el niño. Si algún maestro tiene a bien ocuparse en persona, será de agradecer, pero las indicaciones de la dirección dejan bien claro que lo que atañe a este punto de la autonomía de los niños no es responsabilidad del centro. Parece duro, pero es real.

¿Habéis encontrado este tipo de obstáculos al buscar colegio para los niños? ¿Tuvisteis el suficiente apoyo escolar para superar con éxito la operación pañal?