En un abrir y cerrar de ojos tu bebé comenzará a moverse de formas asombrosas. Los primeros intentos por permanecer sentado, el inicio del gateo, las primeras tentativas por ponerse de pie e incluso los primeros pasos pueden ser algunos de los grandes hitos en los que la talla 3 de pañales Pingo os acompañe durante algunos meses.
Especialmente recomendada para niños de entre 4 y 9 kilos de peso, esta talla es una de las que se usan durante un periodo mayor de tiempo. Si la talla 1 desapareció de vuestras vidas en un abrir y cerrar de ojos, y la 2 también os pareció muy efímera, con la talla 3 notaréis que la crianza empieza a sosegarse en cuanto al crecimiento frenético de vuestro bebé. Algo que compensará con un excesivo movimiento.
Es durante estos meses cuando pondréis a prueba las ventajas del diseño anatómico de los pañales Pingo varias veces al día. Niños que no paran de girar, arrastrarse y moverse, desafiando el ajuste del mejor pañal; el inicio de la alimentación complementaria comportará grandes cambio en las heces de los bebés; la maduración de su sistema digestivo provocará que defequen menos veces al día pero en cantidades que a veces resultan asombrosas para unos cuerpos tan pequeños. ¡El cuerpo humano es una máquina alucinante! Y precisamente el de los bebés es una caja de sorpresas.
La mayor absorción de Pingo frente a otras marcas del mercado te permitirá realizar menos cambios de pañal cada día, ahorrando en unidades y por lo tanto en dinero y en impacto medioambiental. A medida que crece tu bebé, serás más consciente de que no puedes vivir sin aquellas marcas que se han ganado tu confianza y que te solucionan el día a día. Estamos seguros de que los pañales y toallitas Pingo se ganarán un lugar entre tus productos de referencia.
Desde que nació mi hijo estamos usando esta marca, muy contentos con el producto ya que no nos gusta utilizar pañales de plástico convencionales (hemos tenido que recurrir a ellos en alguna ocasión y ni punto de comparación) No es una marca barata pero tiene mucha calidad y eso se nota en el culito de nuestro bebé. Vale la pena.