Ahora, quizá te preguntes, ¿por qué deberías considerar trabajar con más de un banco?
Varias razones saltan a la vista: seguridad financiera, mejores condiciones y tasas, diversificación de riesgos, y negociación.
Cada entidad bancaria viene con su propio conjunto de ventajas y ofertas y, al diversificar tus relaciones bancarias, puedes maximizar los beneficios que obtienes de ellas. Pero, es fundamental también considerar que diversificar podría implicar gestionar diferentes plataformas y, en ocasiones, incurrir en costes adicionales. No obstante, con una gestión prudente y estratégica, los beneficios pueden superar ampliamente a los inconvenientes.
Ahora bien, ¿cómo empezamos a implementar este cambio?